La Radiofrecuencia es uno de los tratamientos más utilizados en estética. Se trata de la transferencia de energía en forma de calor a los estratos más profundos de la dermis, alcanzando así la estimulación de la producción de colágeno, eliminando los signos del envejecimiento de la piel y devolviéndole una apariencia juvenil y lozana.
El aumento de temperatura en la dermis produce un aumento en la microcirculación, logrando así favorecer la nutrición y oxigenación de la piel. Los fibroblastos, a su vez, estimulados por esta energía, generan nuevo colágeno remodelando los tejidos.
Acción sobre la dermis: Como resultado inmediato, las fibras de colágeno se contraen, favoreciendo la recuperación propia del tejido de sostén de la piel; el efecto térmico aumenta el metabolismo de los fibroblastos provocando la generación, a largo plazo, de nuevo colágeno.
Se trata de un método no invasivo. Se puede aplicar en diferentes sectores del cuerpo, especialmente cara, cuello, abdomen, muslos y glúteos y es compatible con todos los tipos de piel. El paciente puede continuar con su vida normal después de la aplicación ya que no produce dolor, costras ni inflamación.
La energía que aporta la Radiofrecuencia es extremadamente focalizada. Los tejidos se calientan 3 veces más rápido. El calor es máximo en la zona de aplicación porque la dispersión de energía es mínima.
Este tratamiento posee alta eficacia en piel y panículo adiposo, debido a la mayor densidad de potencia en la zona de aplicación, se asegura alta efectividad tanto en planos superficiales como profundos de la piel, logrando un efecto de tensado a nivel de piel y reductor en tejido adiposo.
Acción sobre panículo adiposo: El efecto térmico aumenta el metabolismo de los adipocitos provocando su disminución y facilitando la lipólisis. Resultado: una mejora del contorno corporal y la silueta.
La radiofrecuencia puede combinarse con otras técnicas como peelings químicos, rellenos, toxina botulínica, etc. Deben ser realizados en diferentes tiempos y con una secuencia programada para conseguir un rejuvenecimiento armónico y perdurable, recuperando el óvalo y contorno facial en forma natural.
Aplicaciones: Fotoenvejecimiento, finas líneas de expresión y arrugas, flacidez cutánea, estrías, adiposidades, celulitis, secuelas de acné, cicatrices atróficas, debilidad capilar y fibrosis.
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